Aquí tienes el dictado de hoy. Ya puedes corregir los errores que hayas cometido
Era un sábado de diciembre.
Habíamos ido a pasar el fin de semana al pueblo de los abuelos. Al montar en el
autobús, el hombre que revisaba los billetes nos había advertido que iba a nevar,
pero pensamos que bromeaba.
Sin embargo, ahora, al abrir la
ventana y asomarnos al balcón, comprobamos que no se equivocaba. El paisaje era
blanco. Y los árboles del bosque —abetos, robles, acebos...— se inclinaban
abrumados bajo el peso de la nieve que todo lo cubría. Más arriba, la niebla
tapaba la cumbre de las montañas. Bajamos a la cocina, avivamos las brasas para
encender la lumbre, nos calzamos las botas y, tapados hasta la cabeza con el
abrigo y la bufanda, salimos a la calle. La nieve llegaba hasta la barandilla
que daba acceso al vestíbulo de la casa...
Y ahora ... el diálogo
Y ahora ... el diálogo
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